herraje

Desde el año 1500 a.C. se han utilizado los caballos intensivamente y protegido sus cascos, por ejemplo, en el oriente se utilizó una especie de herradura de madera, hierbas y raíces.
En Egipto y Persia se empleó la herradura de metal atada al casco por medio de correas. El ejército Mongol utilizaba un tipo de protecciones de piel para el casco. Las sandalias, botas y calcetines fueron usadas por los caballos de los griegos y romanos a las que más tarde se agregó una placa de fierro.
El herraje tal como lo conocemos, es decir con clavos, inició en el año 400 d.C.
El herraje modifica la estructura y función normal del casco, sin embargo se utiliza por los beneficios que proporciona. El motivo principal es proteger al casco de lesiones y del desgaste intenso al que se ve sometido, además proporciona mayor tracción y sirve como correctivo en muchos problemas de conformación.
Para herrar adecuadamente a un caballo se requiere el conocimiento de la fisiología y anatomía de las extremidades, para no alterar sus funciones de modo negativo.
La herradura es una pieza de metal con forma semicircular que se fija al casco por medio de clavos. El tipo de herraje de un caballo depende de su función zootécnica, es decir, un caballo de salto tiene una herradura diferente a la de un caballo de tiro o a la de un caballo charro o uno de carreras.
Las herraduras pueden ser de diferentes materiales: hierro, hierro acerado, acero, aluminio, aleaciones e incluso hay herraduras de caucho. El material de la herradura se determina por la función del caballo y por el costo y duración del material. En México lo más común es utilizar hierro para las herraduras de los caballos, esto es por que su costo es bajo y es un material resistente.
Las herraduras de las manos de los caballos tienen forma de semicírculo a diferencia de las herraduras de las patas que tienen forma de "U".